Las Manos (Nicaragua).- El depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, llegó hoy al puesto de Las Manos, en el lado nicaragüense de la frontera, pero todavía no ha pasado al territorio de su país, según constató Efe.
Zelaya llegó a las 13.10 hora local (19.10 GMT) y en medio de un fuerte aguacero al puesto fronterizo de Las Manos procedente de la ciudad de Estelí, a donde se había trasladado el jueves desde Managua con el propósito de entrar en su país a recobrar el poder.
En la frontera común, Zelaya mantiene conversaciones por teléfono celular con diversas personalidades internacionales y medios de comunicación.
En esa zona del territorio nicaragüense fronterizo con Honduras se hallan decenas de seguidores de Zelaya, que llegaron en autobuses procedentes de su país, para encontrarse con el mandatario derrocado y acompañarlo en su regreso.
El lado hondureño de la frontera común se halla resguardado por efectivos del Ejército y de la Policía.
La llegada de Zelaya a la frontera con Honduras se produjo poco después de que el nuevo Gobierno de Honduras estableció hoy un nuevo toque de queda especial a partir de las 12.00 hora local (18.00 GMT) para sus fronteras con Nicaragua y El Salvador.
Antes de llegar a la frontera, Zelaya dijo en la localidad nicaragüense de Yalaguina que dispone de medios aéreos y terrestres para entrar "inmediatamente" a su país "con banderas blancas de la paz".
El derrocado mandatario, en rueda de prensa improvisada ofrecida en un cruce de carreteras de esa localidad del norte de Nicaragua, declaró que tiene varias opciones para ingresar a su país.
"Tenemos el derecho y deber moral de llegar hoy a Honduras y tengo diferentes aparatos aéreos y terrestres para entrar por cualquier de esas fronteras", reafirmó Zelaya.
Mientras Zelaya daba su rueda de prensa, diferentes personalidades, entre ellos los presidentes de Uruguay, Tabaré Vázquez, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lo llamaron por teléfono para expresarle apoyo para que sea restituido en su cargo.
El derrocado mandatario volvió a pedir a sus seguidores que no se rindan ante la represión y llamó a los soldados a que usen sus fusiles para defender al pueblo y no contra el pueblo.
"Atiendan mis instrucciones, porque sigo siendo el comandante en jefe del Ejército", insistió Zelaya.
"Son unos bárbaros, son unos tiranos, pero estamos dispuestos a sentar un precedente para que este golpe no se repita", respondió Zelaya cuando le preguntaron qué opinaba de la orden de los militares hondureños de modificar el toque de queda.